Amarte aún cuando me matas
Oda a un perro, poema a Boatswain y los animales de los escritores.
12 de septiembre, 12am.
Hoy te comiste una tarjeta SD que tenía mi último trabajo. No había otra copia. Pero no podría odiarte.
Respiré hondo y empecé a pensar soluciones. Solo llegué a soltar un grito del susto apenas vi que el plástico que estabas masticando era la tarjeta SD con mi último trabajo de retratos fotográficos que estaba por editar.
En medio del caos me he reído de la ironía: estaba pensando en dedicarte mis próximas palabras, desde el amor, en las cartas de Substack.
Aún lo hago.
Te suelo fotografiar en momentos en los que estás tranquilo. Pero justamente ayer, me había demorado en sacarte a pasear, y estabas enojado. Yo ya te conozco, perrito. Siempre que te pones exigente, rompes -o más bien diría: destruyes- algo. El otro día fue papel higiénico que ¡sacaste! del tacho de basura del baño. A veces son cartones que se nos caen.
Hoy le tocó a mi trabajo.
Aún así, no te puedo odiar ni te puedo culpar. Tu no sabías lo importante que era ese pedazo de plástico. Pensaba en eso, también. Me asombró cuanta información puede entrar en, efectivamente, un pedazo de plástico y metales varios.
Te quiero, perrito. Y creo que me has enseñado sobre lo que es el verdadero amor: saber que actúas sin maldad cuando me dañas. Amarte aún cuando me matas.
No podría odiarte, ni un segundo. Tu inocencia es certeza, el amor que nos tenemos es seguridad. Te amo y sé que no quisiste hacerlo, así que te perdono en automático.
Ojitos que me observan todo el día, patitas que acompañan cada uno de mis pasos. Paseamos y jugamos, comemos a la misma hora y compartimos el desayuno. Jamás podría odiarte. Nuevamente: tu inocencia es certeza, eres un ser que carece de maldad.
Como decía el poeta inglés Lord Byron sobre su perro, Boatswain:
Aquí reposan
los restos de una criatura
que fue bella sin vanidad,
fuerte sin insolencia,
valiente sin ferocidad,
y tuvo todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos.
Epitafio a un perro - 1808
El poema es más largo, se los dejo enlazado.
Así que sí, quería escribirles sobre mi perro: un delincuente juvenil, como lo llama mi papá. Hoy hizo honor a su apodo. No podría odiarlo porque lo amo con locura.
Bitácora de Viaje
¿Cómo han estado? Espero que mejor que yo! jajajaja realmente se comió mi trabajo, ya se solucionó (volveremos a fotografiar), y lo peor que sucedió fue el grito que pegué al cielo al darme cuenta que era lo que se estaba comiendo. Así nace esta carta.
Las invito a escribir sobre sus mascotas o compañeros animales🌼 El poema lo conocí porque en la biblioteca de la universidad, hace ya un par de años, me topé con este libro que hablaba sobre las mascotas de los escritores. Hermoso. Me inspiró mucho a tomar como temática al peludito llamado Coffee.


¿Qué les pareció el poema? ¿Ustedes también tienen un compañero animal? ¿Se animan a escribir unas palabras inspiradas en su cariño o su relación? ¡Les leo!
Escribiré sobre mi Yoshi , gracias por la inspiración 💌
Leo esto mientras acaricio a mi Benni, tiene 14 años. Es travieso y lo amo tanto. Leer el poema y tu carta me hacen sentir tan sensible… gracias ☺️