05.02.25
Explorar las cavernas sin antorcha ni mapa, llegar a la cripta sin salida y quedarte sin oxígeno. Volver por donde llegaste. La noche del alma.
Transitarla. Saborearla. Llorarla. Molestarse. Frustrarse con una misma. ¿Por qué soy así? La crisis también es parte de tu proceso, y se desencadenará como deba desencadenarse. Este dolor es parte de tu historia. Recórrelo. Con dolor e incomodidad, nos llenaremos de lodo, llorando pediremos clemencia al viento: ¿universo, dónde estas?
Y si sabes que todo pasa como tiene que pasar, soltarás la resistencia y empezarás a intentar ver en la oscuridad. Tus ojos se adaptan. Lo que antes era irreconocible ahora tiene forma. Y observas el sendero: y los miedos siguen ahí pero sigues caminando, y te sigues ensuciando pero eso ya no te altera. La fe te guía. Pies sucios y adoloridos, callosos y con heridas. No respiro, estoy cansada, ¿es que acaso aún no llegamos?
Solo me queda mirar al cielo y pedir fuerzas. El universo me dice que continúe. Que mi cuerpo se adapta. Que no moriré. Igual descanso. Y sigo. Adolorida, subo la montaña. En automático, no queda de otra. Si me quedo quieta me muero.
En menos de 10 minutos, llego al paraíso. No hay más dolor y la noche ha terminado.
Bitácora de Viaje
La noche es tan parte del viaje como el día. En la noche los miedos se levantan y en lugares nuevos, es más difícil dormir pues estamos atentos a los sonidos. Estamos alertas, tensos, intentando percibir de se acerca el peligro, si escuchamos o vemos o sentimos algo peligroso, que nos hará daño. No estamos en paz, estamos en modo supervivencia.
Todos tenemos noches largas. A veces no llegamos ni a dormir. Pero mientras más le temas a los peligros, y más evites verlos, más te perseguirán. Hay que aceptar y dejarse comer por la noche, abrazar la sombra.
Btw: les envío una carta a mitad de semana porque la semana antepasada no envíe nada, asi que toca doble ahora! Y aceptar mi sombra ha desbloqueado mi voz. Les quiero, y se los comparto porque sé que muchos podemos estar transitando momentos difíciles, de cuestionarnos, de no saber hacia dónde ir. Toca separar la duda de la certeza, el miedo del prejuicio. Lo que es para ti y lo que estas acostumbrado a tener. Cuestionarnos. Zambullirnos en la caverna.