En cualquier momento empieza a llover
Fragilidad, hogares físicos, hogares digitales y ciberseguridad. Solo podemos prepararnos y caminar.
09.01.25
Lo frágil que es la vida, es lo que pienso. Abrumada pues no pude hacer mis páginas matutinas por la mañana: más de 30 correos me despertaron, diciendo que las contraseñas de mis cuentas habían sido cambiadas. Instagram, Tiktok, casi casi mi correo principal (desde donde puedes cambiar todo lo demás), fue vulnerado hoy por la mañana. Aunque suene como una pavada, no se lo deseo a nadie, y mucho menos a emprendedores o artistas que dependen de su negocio digital para subsistir. Entre el trajín, de verdad, no recuerdo como pero logré entrar a mis cuentas, cambiar las contraseñas y activar la autenticación de 2 pasos para todo.
Para descansar vuelvo a abrir mi querido Instagram, al cuál ahora veo con otros ojos pues lejos de aborrecerlo, ahora agradezco poder tener acceso a él y a todas las comunicaciones que me permite tener. Ahí promociono mis negocios y mi arte. Sin él -he estado pensando toda la mañana- claro que seguiría creando. Pero la idea de lo frágil que realmente son los proyectos digitales no me deja en paz.
Lo frágil que es una presencia digital. Naturalmente mi cerebro entra en ansiedades: busca formas de salvaguardar todo lo que tengo, y busco soluciones de cómo seguir ejerciendo mi trabajo sin las redes. Pienso, pienso, pienso, en todo el esfuerzo perdido, pienso en todo el esfuerzo que tendría que ponerle si lo pierdo todo -porque empezaría de nuevo, me imagino- y cuando pienso más en el presente recuerdo: no lo he perdido todo, así que debo enfocarme en seguir creciendo. Y pienso en seguir creando contenido, pero ahora me acompaña el miedo de que mientras más publique más me expongo y más llamo la atención de hackers mal intencionados. Todo mientras sigo en pijama y aún no empiezo mi día porque el susto fue el que me levantó de la cama.
Necesitando distraerme, scrolleo. Y veo los incendios en California. Fragilidad. Sigo viendo lo frágil y lo fácil que la vida, nuestro trabajo, nuestros hogares, nuestros ahorros, nuestros proyectos, se nos pueden escapar y desaparecer por completo. Perderlo todo, y que nuestros planes se arruinen. Pienso lo que ya sé, que mientras más planeamos a veces más nos frustramos, pues es ley que todo cambia muy rápidamente. Ahora sol, en un ratito, lluvia.
Recuerdo el último día en el Valle, estábamos atentas porque se veían y escuchaban las nubes de tormenta, nos agarró la lluvia y nos mojamos por un rato. No llevamos los ponchos de plástico pues pensamos que la lluvia no nos atraparía. Pensamos mal. Nos cubrimos con las casacas 0 impermeables. Nos mojamos y lo aceptamos. Seguimos caminando y metros más allá, sol.
Todo cambia y rápido.
Un hogar físico o un hogar digital, perderlo todo es un golpe duro al ego. Y nos enseña -hoy diré- de la peor forma, a sabernos pequeños, frágiles y vulnerables ante las movidas más grandes que nosotros.
Sé, yo sé, que eso puede pasar. Y sé que saldría adelante. Pero man, que cagada es la existencia en ciertas ocasiones. Es una verdadera mierda. No diré injusta porque la vida solo es. Y siempre ha sido así: caótica, impredecible y objetivamente dura. Dan ganas de tirarlo todo por la borda porque ¿cuál es el punto, si en cualquier momento me lo arrebatan?
Gratitud se me viene a la mente, de poder elegir el camino. Y resiliencia, para poder caminar. Elegir batallas, saber que lo que perdemos quizás lo volveríamos a elegir o quizás nos libera de tomar otro camino que es igual de válido que los grandes sueños o las grandes casas que teníamos.
No tengo ninguna lección más que la consciencia de sabernos frágiles, y aún así, seguir.
Te quiere resiliente y con doble autenticación en todas tus cuentas,
-poetaviajera
Bitácora de Viaje
Doble autenticación, contraseñas diferentes, correos distintos, tu apple keychain, apps de autenticación - todo lo que tengas y todo lo que puedas para asegurar tu hogar digital, esa es la lección. Si no le dabas importancia, esta es tu señal para asegurarte ahora mismo!
Sé que esta carta no tiene un tono alegre, pero vamos, no todos los días son alegres y tampoco me gusta pretender que lo son. Si tu inicio de año también esta siendo rocoso, te mando un abrazo inmenso inmenso inmenso. ¿Tienen algún consejo para asegurar aún más nuestras cuentas digitales? Los leo y todo consejo es 100% bienvenido💌
Hoy en mis pendientes tenía escribirles una carta, que iba a ser una recolección de paisajes de mi viaje a Cusco, pero ya se los envío luego.