11.03.25
No actuar en tus ideas por priorizar otros pendientes es como dejar de almorzar por estar ocupado. ¿No se siente increíble cuando al fin dices: “ok, esto puede esperar, primero voy a comer”? Esa felicidad que vuelve a ti con el primer bocado, es la misma felicidad que regresa con la primera pincelada, o apenas el lápiz toca el papel al sentarnos a escribir.
Hace un par de semanas, podía sentir como entraba en un espiral depresivo justamente por estar procrastinando mis proyectos mas queridos: poetaviajera, esta newsletter y el podcast. En mi pared tengo post-its con todas las ideas que quiero realizar, tanto de contenido como de publicaciones. Están frente a mi cama, y son lo primero que veo al despertar y lo ultimo que veo antes de dormir.
Es el constante recordatorio de todo ese universo increíble que desea existir. Pero como podemos hacer todo, pero no todo al mismo tiempo, las ideas se quedan ahí, esperando su momento para nacer como esperamos nuestro turno en el banco: sentadas y con ansias.
Estaba muriéndome de hambre por crear. I was starving. ¿Cómo puedo respetar tanto mi cuerpo físico, pero no puedo respetar de igual manera a mi creatividad? Cumplo con ejercitarlo, darle sus horas de sueño, alimentarlo, ¿y a mis proyectos? ¿a ellos también los cuido? ¿los nutro?
Dejar de lado nuestros proyectos/sueños/ideas nos deja famélicos. Sin energías, y nos acerca a una muerte espiritual. Porque crear es el alimento del alma del artista. Es lo que le da sentido y propósito a nuestros días.
Lo que sucede cuando nos llenamos la agenda de pendientes que no resuenan con nosotros, es que nos estamos haciendo daño por dentro. Nos estamos negando nuestro alimento. Cada vez que te ignoras, cada vez que no cumples con tus compromisos creativos, te estarás debilitando.
El antídoto y bálsamo contra ese dolor es el respeto. Respeto por ti y por tus proyectos. Por tus promesas. Por tus compromisos. Cuando me respeto y me cumplo, el dolor desaparece. Cuando estoy creando, empiezo a bailar y a cantar. Respetar nuestros espacios y citas creativas nos devuelve la vitalidad.
Es como ese primer bocado tras horas sin comer. Que alegría, que felicidad, volver a crear. Volver a respetar tus ideas y tus promesas, tus espacios creativos y tu esencia. Respetar la voz que te dice que te estás excediendo en algún gusto, en algún hábito, que ya no te sirve más. Escuchar esa voz y hacerle caso. Que felicidad.
Te quiere satisfecha, feliz y saltando porque has vuelto a crear,
-poetaviajera
Bitácora de Viaje
Espero este sea ese impulso que necesitas para crear al menos por 15 segundos, recordando que mejor hecho que perfecto, que mejor que exista a que se quede guardado, que la perfección es enemiga de la acción, y que nadie puede crear como tú lo haces! El mensaje puede ser el mismo, pero la esencia es distinta porque tu eres distinta, única.
¿Cómo están? Se acerca la temporada Aries y puedo sentir ese fuego que impulsa a la vida animándome a organizar mejor mis días para lograr todo eso que quiero cumplir. Arrancando el motor, recién en marzo pero que importa. ¿Sienten la energía o aún andamos despertando? Les leo!