paradójicamente, no actuar agota más que actuar
sobre como procrastinar tus proyectos absorbe tu energía vital
19.05.25
camino a la media noche por mi vecindario - es de mis horarios preferidos para pasear a mi compañero. él, pequeño, peludo y una mezcla de shitzu con yorkie, tiene el temperamento de todo perro pequeño: leal y gruñón, tierno y a la vez belicoso. ten por seguro que a él también le gusta caminar a esta hora, cuando nadie puede molestarnos. a cada cuadra que paso, puedo sentir el silencio del sueño profundo que empezó a las 10 de la noche, y a la vez, a aquellos que como yo, buscan estirar la noche con algún programa de comedia nocturna. siendo domingo, muchos ya estamos pensando en el lunes. pero yo, rebelde y contradictoria, quiero alargar la distancia entre el trabajo y mi descanso unas horas más.
estos días, y como puedes leer en la carta pasada, me he sentido más cansada de lo normal. aún no encuentro el motivo puntual, no sé si será mi alimentación, mi actividad física y mis (inexistentes) hábitos de organización y productividad (o todo al mismo tiempo), pero una idea ha despertado hace unos días.
la línea va así: tengo la creencia de que mis proyectos encienden mi energía vital. si no estoy priorizando los proyectos que me energizan, estaré cansada de la vida misma. cansada, asqueada, aburrida y quejosa. el mal humor nos inunda cuando hacemos lo que nos gusta y apasiona. al detectar ese mal humor, me puse a pensar qué proyecto es el que he estado procrastinando. y tengo varios. no varios, demasiados (incluso sospecho que no darle orden de prioridad a esas ideas es lo que me puede estar deteniendo).
lo que más agota a veces es justamente eso: procrastinar nuestras ideas. pensar pero no actuar. porque gastas tu energía mental viviendo una realidad completamente inexistente. habitando la fantasía de tus proyectos, sin realmente dar pasos en el mundo para habitar esos sueños. y agota. exaspera. debilita.
en momentos como estos, ni siquiera la inspiración nos tranquiliza, porque no estamos en un momento donde no sabemos qué crear, al contrario, tenemos claridad en lo que queremos, cómo hacerlo, pero al no traerlo a la realidad, se genera un bloqueo importante. pensaba en esto el otro día porque me sentía cansada, y dije: “seguro es porque no estoy haciendo mis citas con mi artista”. y al instante me di cuenta que no, que este bloqueo no se trata de no saber qué hacer, al contrario, es tener tanta claridad sobre lo que busca nacer que no hacerlo es lo que me está quitando la energía.
no actuar en tus ideas te quitará la energía para empezarlos, mientras más los patees, mientras menos los priorices, menos energía tendrás en tu día a día. no será difícil empezarlo, al contrario, un día estarás tan cansada de no actuar, que de repente, así como si estuvieses poseída, empezarás a trabajar, y te darás cuenta que no era tan difícil, y que tampoco era para tanto.
pero te entiendo. entiendo la parálisis, entiendo el miedo. el otro día también pensaba en si realmente era miedo lo que nos detiene, ¿o qué es? y pienso que si no estamos acostumbrados a crear, es difícil incorporar esa rutina en nuestras vidas y a la vez, tomarla en serio. verla por lo que es: un espacio creativo que no ocurrirá por obligación de un tercero. no vendrá tu jefe a decirte que te pongas a pintar, no vendrá tu mamá a pedirte que por favor te pongas a escribir, no vendrá tu pareja a decirte que mejor se queden en casa que hoy tienes que hacer ese collage.
el arte es un compromiso inevitable con uno mismo y con la vida. necesitamos crear para vivir y la vida nos necesita para ella seguir también. inspirarnos los unos a los otros con sentires profundos y complejos. ya tenemos suficientes números, tragedias y excels. hacerle espacio al arte es volver a llenarnos de vida.
al igual que ser freelance, nadie vendrá a defender ni mis vacaciones, ni mis momentos creativos, y mucho menos vendrán a ordenar mis horarios. el trabajo casi siempre va a estar al medio, también: la pelea entre cómo seguir haciendo arte mientras el arte no es tu trabajo principal es una encrucijada que todo artista ha atravesado en los inicios de su carrera. así que hay que ser amables y no ser tan duros con nuestras rutinas. es intentar darle espacio a nuestra creatividad, priorizarla, y a la vez, seguir siendo funcional para la sociedad actual, para nuestro contexto.
por eso te escribo un domingo a la 1 de la mañana antes de empezar mi semana laboral: sé que si no me cumplo, no estaré tranquila, y cualquier otro tipo de esfuerzo no tendrá sentido.
Bitácora de Viaje
Podríamos decir que resistirnos a crear es lo que nos agota. En lugar de dejarnos llevar y aceptar que somos creadores de nuestra propia realidad. Siento que da miedo la responsabilidad que conlleva eso: decidir por nosotros mismos nuestro propio futuro. Decidir, elegir. Nadie nos obliga. Y si bien es la libertad que siempre soñamos, a su lado, en combo, viene el miedo a equivocarnos, a tomar una mala decisión. Estoy segura, sin embargo, que tomar decisiones desde el corazón jamás será un error. Podremos equivocarnos, pero no será un error.
Mientras terminaba de escribir esta carta, me puse a ver un poco de youtube y me encontré con un video que resume mucho mejor todo eso que nos puede estar agotando. Muy bueno, seguiré explorando qué es eso que me agota estas semanas, se los dejo también por aquí.
Pero quisiera leerlos! ¿También andan cansados en este momento del año? ¿o qué han encontrado que les funciona para mantenerse constantes y alegres?
Leerte ha sido como leer lo que mi mente trata de decirme estos días. Llevo algunas semanas ya sintiéndome cansada, con apatía. Y creo que tiene mucho que ver con que tengo mil ideas creativas esperando que les de espacio. Y no las priorizo. Y me entra la pereza. Pero luego me paso el día pensando en ellas. Como dices, quizás no sea tan difícil empezar, tengo la sensación de que el secreto está por ahí. Pero como también dices, qué difícil integrar la creatividad en la rutina cuando no te dedicas al arte profesionalmente. Seguiremos investigándonos.
Qué bonito, cuánta realidad y qué inspirador. A mi me recarga perderme en la creatividad de los demás, dejar de pensar y solo curiosear cómo otras mentes ven el mundo. A veces me dan ideas y otras simplemente la sensación de leer un buen libro o una película un domingo por la tarde.