Todos tenemos un poeta viajero dentro nuestro
¿Por qué el nombre "Poeta Viajera"? ¿De dónde nace? Respondiendo estas preguntas es que te doy la bienvenida a este espacio que hace mucho buscaba ver la luz. ¡Empecemos!
Hace un tiempo, mientras me sumergía en una de mis curiosidades -la poesía haiku- aprendí sobre sus autores: los monjes poetas viajeros. Eran monjes japoneses, que durante sus viajes entre valles y montañas, escribían poemas sobre la naturaleza y su belleza, bajo una mirada contemplativa.
¿Qué es la contemplación? Para ponerlo en palabras sencillas, todos hemos contemplado la naturaleza en algún momento. Es eso que sentimos al ver un atardecer hermoso, al sentir la brisa fresca en un día caluroso, o cuando durante los últimos meses del año empezamos a sentir un aire distinto: entra la nostalgia en el ambiente y una tarde soleada de octubre te recuerda que se acerca navidad, y con ese pensamiento, llega la melancolía -o la alegría- de la fecha. Y ya no es una simple tarde:
es una tarde de octubre con olor a diciembre una brisa que invita al inicio del final
Los poetas haiku escribían 3 líneas de poesía sobre los paisajes que observaban. Algunos se enfocaban en simplemente describir la belleza de la naturaleza. Otros, se veían reflejados en el paisaje; convirtiendo a la naturaleza en un espejo de su mundo interno.
Nuevamente: todos nos hemos sentido de esta forma en algún momento. Por ejemplo, en la ciudad de Lima, la mitad del año el cielo que nos acompaña es un cielo lleno de nubes. Nublado. Gris. Y a la mitad de la población le encanta esta característica: el gris y el frío los abraza y los conforta. Y a la otra mitad, donde me ubico, nos deprime. Nos entristece.
Podría ahondar sobre por qué me deprime ese cielo gris; pero eso lo dejaré para otro momento. Lo curioso para mi, es ver cómo podemos sentir distintas emociones frente a un mismo paisaje; y como lo que observamos y la manera en la que lo percibimos, solo es un reflejo de lo que llevamos por dentro.
Nos vemos en lo que observamos.
Como los poetas.
Algunos sienten de esta forma en momentos específicos; mientras que para mí esta ha sido una forma navegar la vida. Es una mirada sensible, observadora e introspectiva; que hoy sé que en el arte se le denomina una mirada poética.
Debo admitir que por mucho tiempo sentí que esta mirada, esta sensibilidad, era una forma de ser aburrida y sin sentido. Dramática y susceptible. Exagerada. Al menos eso me hicieron creer, al ser sensible en momentos donde la sensibilidad no era bienvenida. No fue hasta que durante la universidad, en un curso de fotografía (otra de mis pasiones) nos pidieron hacer un proyecto fotográfico con temática libre, donde debíamos de comunicar a través de lo que fotografiábamos. Debíamos de crear una narrativa que hablara más allá de lo que se observaba.
Por primera vez en mis entonces 19 años, sentí que aquella mirada “dramática” era necesaria. Y fue cuando empezamos a hablar de la sensibilidad y del arte, y de proyectos artísticos, y de “¿qué sienten al ver esta foto?” que me topé con un lenguaje familiar. Un lenguaje que se me hacía conocido, natural. Un lenguaje que solo la sensibilidad lograba descifrar.
Para aquel primer proyecto artístico, pasé por varias opciones de temática. Pero ninguna me impulsó a crear tanto como la naturaleza. Este primer proyecto hablaba sobre nuestra relación como citadinos con la naturaleza, y cómo la usamos como decoración o como distracción en parques y espacios abiertos. De cualquier forma, naturalmente relacionamos el placer y la belleza con la observación de lo natural. Hoy en día sigo orgullosa de aquel proyecto, e incluso me gustaría seguir desarrollando su temática, porque sigue siendo gran parte de mi propuesta artística y de lo que pienso comunicarte en este espacio:
Sentimos al observar, y al observar volvemos al presente, salimos de nuestra cabeza y recordamos la belleza de la vida.
Y me gusta ver la belleza no solo como placer en sí. La belleza, lo bello, nos mueve por dentro. Nos emociona. Nos conecta. Y en verdad a lo que quiero ir con todo esto es que el acto de observar, y encontrar belleza o vernos en lo que observamos, nos trae al presente; y al volver al ahora, volvemos a la calma. El tiempo se detiene o al menos se demora un poco más en pasar. Nos trae paz, y es ahí donde encuentro el enorme valor de la contemplación.
Es por eso que concuerdo tanto con aquellas frases que hablan sobre apreciar los pequeños detalles de la vida. Y es por eso que cuando leí sobre los monjes poetas viajeros, me sentí identificada con su mirada; tanto que estoy segura que fui uno de ellos en otra vida.
Hoy en día ya no veo mi forma de ser como algo aburrido; todo lo contrario, veo un enorme valor y es por eso que decido compartirlo y es así como nace poeta viajera.
Poeta viajera es la mirada sensible de la vida cotidiana. Como los monjes japoneses, poetas viajeros del siglo XVIII, que observaban, sentían y escribían al andar por la vida.
Estoy segura de que todos tenemos un poeta viajero en nosotros: una sensibilidad que nos permite sentir más allá de lo que observamos, momentos donde la belleza nos ahonda y nos impulsa a tomar una fotografía, o pequeños detalles que nos mueven en el día a día. Pienso en los amantes del café, pienso en un accesorio favorito que llevas todos los días contigo, pienso en el dulce que te compras después de almorzar, o los momentos antes de dormir en los que has construido una rutina que te hace sentir como que el día al fin ha terminado. Pienso también, que no hablaremos solo de lo bonito en este espacio; parte de la sensibilidad es sentir todo tipo de emociones: pienso en aquel cielo gris que te recuerda a épocas solitarias, pienso en aquella habitación que se te hace difícil visitar, o aquella calle por la simplemente ya no pasas al andar.
Vinimos a sentir y hay algo bello incluso en la tristeza, y si te puedo llevar a ese lugar lleno de sensibilidad, atención y reflexión un poco más seguido, mi servicio en esta dimensión estará completo.
Así que solo me queda preguntarte: ¿me acompañas en este viaje?
Gracias por leer hasta aquí, y me gustaría saber qué opinas de esta primera bitácora de viaje, ¿resonó contigo? ¿de qué forma? ¿movió algo dentro tuyo? ¿cuál fue tu frase favorita? ¿con qué te quedas? Me encantaría leerte de vuelta 🌼 Espero tengas una hermosa semana.
"... el acto de observar, y encontrar belleza o vernos en lo que observamos, nos trae al presente; y al volver al ahora, volvemos a la calma". Creo que de eso se trata todo al final. Una vez que empezamos a observar, vemos todo con mayor claridad.
Amé GaBiiiii tqmmm big fan tuyo <3
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