En mi realidad, Marzo es un mes bastante agitado: mis hermanos y yo, los 3, cumplimos años. Con los cumpleaños llegan las reuniones, las cenas y las celebraciones. Alistarse, salir de compras y transportarnos de un lado a otro entran a la ecuación, a la obra donde entran al escenario los malabares entre horarios y calendarios.
Con el ajetreo de estas fechas, cuesta encontrar quietud en las 24 horas; sin dejar de lado el trabajo que nos da de comer y el trabajo que es cuidarnos, el día se va veloz, escapa y con él, las ideas también. Sin lograr sentarme a escribir, sin lograr detenerme un ratito, aunque sea consciente que tengo que defender mi arte y darle su espacio.
A pesar de no escribir con tanta frecuencia como me gustaría: he estado tranquila. Sigo creando el proyecto de poeta viajera, que cada día crece más, voy aprendiendo a gestionar un proyecto freelance artístico, y mi sistema nervioso también se va acostumbrando a lo que se siente navegar el océano de la incertidumbre, con seguridad de que al otro lado de la neblina, me espera tierra firme.
La felicidad vuelve, la ilusión se recarga, y puedo observar como los golpes y las caídas realmente nos hacen, no solo más fuertes, sino que nos acostumbran a la sensación de dolor, y ahora puedo crear con mayor libertad, sin miedo de caerme, no por creer que no tropezaré, sino porque sé que del otro lado de una caída no hay más que mucho de nada. No es el fin del mundo si fallamos, podemos seguir, y al contrario: podemos redireccionar nuestros esfuerzos.
Crear sin pensar en si una pieza es buena o mala me ayuda a romper la inacción que un perfeccionismo subyacente origina. Como corriente submarina en mar sin viento, era algo que yo no veía, pero estaba limitándome y por más que nadaba, me mantenía en el mismo lugar.
Me di cuenta que lo que para mi es una pieza “mala”, puede tranquilamente tener más impacto que cualquier pieza en la que haya sobrepensado. Y por eso solo tenemos que crear. Lo que sea que hagamos desde el corazón será más que suficiente. Con atravesar el umbral de la imaginación a la realidad, estaremos ya, creando un milagro.
Y en esa misma línea, he podido notar que no solo es un perfeccionismo de “contenido” el que suele visitarme, también he logrado identificar a un perfeccionismo de “situación”. Pero a este único ingrediente necesario para mi práctica de escritura, sí le quiero ser fiel.
Marzo con M de Menudo ajetreo incesante y socialización agobiante, me alejó del silencio necesario. Quizás no luche lo suficiente por él. O quizás en mi necesidad de recargar energías (pues #introvertida), sucumbí al contenido infinito que el internet nos ofrece en bandeja de oro, al alcance de nuestros dedos.
Entretenida, feliz y con el cerebro apagado, desconecté del silencio. Y he observado que solo en el silencio es que logro escuchar los susurros de las ideas y la creatividad más sincera.
Sincera pues el disparador no es la comparación, sincera pues la inspiración no llega a partir de lo que un otro esta realizando. Sincera pues no nace del contraste, nace del ser. Del genuino deseo de crear, sin pensar en qué es lo que mis pares están creando.
Aspiro a esa creación. Las mejores ideas que he tenido han nacido en ese lugar, dentro del éter y el espacio infinito que un silencio habita. Imagino que fue ese espacio donde la creación misma, el universo entero, dió inicio. Ese espacio donde no existía ni horizonte, donde cielo y tierra eran nebulosa, y de un chispazo al Gran Artista se le ocurrió pintar el paisaje que daría origen a nuestra existencia.
Anhelo a volver a ese espacio, y con el ruido del contenido, las series y la música, no hago más que alejarme. Para momentos de inspiración y llenar el pozo, consumir. Para crear, para vaciar, silencio. Silencio, concentración, ausencia de todo lo que no nos ayude a crear.
Silencio no significa -necesariamente- colocarse audífonos con cancelación de ruido. En estos momentos mi hermana se ríe al mirar su serie y puedo escuchar todo lo que ella esta mirando a través de mi ventana. Los perros del vecindario ladran y se comunican entre ellos, los pájaros cantan sus canciones matutinas y hacen negocios entre ellos; a lo lejos, la melodía de la calle: motores, alarmas y bocinas. El tren indica el paso del tiempo y la vida de la ciudad. No estoy en completo silencio. Pero si en el silencio necesario.
Hoy, me basta con no poner música y apagar la radio que estuve escuchando durante semana. Muy entretenida. Muy. Tanto, que escuchaba más sus conversaciones que a las ideas que pasaban por mi radar. Silencio de contenido, silencio de actividades ajenas a la creación.
El silencio necesario para concentrarnos. A veces el silencio necesita cancelación de ruido, otras es un jazz en volumen bajo que nos permita escribir. Silencio no como la ausencia de ruido, pero como el espacio que nos conecta con la acción.
Bitácora de Viaje
La idea original de esta publicación era hablarles del mal humor que uno tiene cuando no está creando. Lo habité estos días: me sentía atrapada por mis distracciones, por el exceso de ruido. Y no sé si les pasa, pero cuando el alma pide creación, y no le damos el tiempo para crear, a mi me invade el mal humor. Por no apagar un rato las distracciones, mi mente andaba frustrada y era el hogar de alguien detestable, renegón y quejoso. Quizás como la molestia de un niño al que no le dejan jugar con sus juguetes porque “no es hora de jugar”.
Darme el espacio me libera. Darme el espacio, “apagar la tele”, cerrar Youtube y sentarme a escribir me devuelve la paz. Y hablaba con una amiga sobre esto: no crear nos pone de mal humor. Y por eso llegué a la conclusión: tanto a ti como a tu entorno le conviene que te mantengas creativa. Así que: no dejemos de escribir, de crear. A veces lo único que necesitamos es quedarnos en silencio y sentarnos a escribir, para conectar con la energía creativa.
Así mismo, si llegaste hasta aquí, te invito al taller gratuito del Sábado 23: estaremos compartiendo los aprendizajes del libro “El Camino del Artista” para que mas creativos conecten desde una creatividad suave y constante. Solo tienes que escribirme un mensaje en Instagram con tu nombre y correo para recibir el link el día de mañana Viernes 22. Espero conocerlas!
Así que cuéntenme: ¿les ha pasado? ¿cómo reconectan con sus espacios de creación?
Como siempre, las leo con mucho cariño, y les mando un abrazo!! Happy writting💌
Muchas felicidades Gaby!!!💖😘
Silencios necesarios y oportunos para mirar la vida y apreciarla con tanta gratitud. Feliz cumpleaños Gabi linda 🩷🥳